Te has llegado a preguntar ¿quién eres? ¿Cómo has llegado a ser la persona que eres ahora? ¿o si te gusta ser como eres? Las respuestas están muy relacionadas con tu autoestima y tu autoconcepto. Estos dos términos están estrechamente vinculados. Por su parte el autoconcepto es lo que conoces de ti mismo/a y la autoestima es el valor que le das a ese conocimiento.
Tanto la autoestima como el autoconcepto se van construyendo desde la infancia y se van haciendo más complejos en la medida en que vamos creciendo. En ese proceso influye nuestra relación familiar, con los amigos, en el trabajo y la gente en general.
Muchas personas acuden a consulta psicológica por considerar que tienen baja autoestima. Suelen tener un valor muy bajo sobre sí mismos/as o ser muy autocríticos/as. Entre las causas más comunes de tener baja autoestima están los mensajes negativos que alguna vez hemos recibido sobre nuestra forma de ser o nuestro físico a lo largo de nuestras vidas. También las comparaciones que hacemos con las demás personas, en las que nos vemos inferiores; las experiencias negativas (bulling), o la falta de demostraciones de cariño y afecto de nuestro entorno.
Una vez que nuestro autoconcepto y nuestra autoestima están bajos, somos propensos/as a problemas más complejos como depresión, ansiedad, trastornos de la personalidad, trastornos de la conducta alimentaria, bajas habilidades sociales, adicciones o conductas suicidas.
Si tú has notado o estás notando problemas de autoestima, es importante que prevengas consecuencias más complejas y difíciles de resolver. Para ello es importante trabajar el autorrechazo, la autoexigencia, la aceptación y la gratitud contigo mismo/a.
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