Erick Zelaya Salguero
Psicólogo especializado en gestión emocional en BilbaoMe presento. Soy Erick Zelaya. Antes de ser Psicólogo general sanitario, he sido Psicólogo social porque siempre me han fascinado los grupos humanos y sus interacciones. Desde que tengo conciencia quise estudiar psicología, fascinado por la complejidad del ser humano y su increíble capacidad para mejorar o reponerse ante las adversidades.
Empecé la carrera en El Salvador, mi país de origen, influido por el legado del jesuita Ignacio Martín Baró, padre de la Psicología de la liberación y profesor de la misma Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA) donde yo estudiaba. Esta influencia me concienció sobre lo importante y necesaria que es la psicología en relación al bienestar de las personas, tomando en cuenta su contexto social y cultural. Por ello, decidí especializarme en Psicología social en la Universidad del País Vasco (UPV/EHU).
Posteriormente, cursé el máster en Psicología general sanitaria en la Universidad de Deusto, gracias al cual pude reconectar todo el conocimiento adquirido a lo largo de años de múltiples experiencias sobre los diferentes conflictos del ser humano, y las soluciones que se pueden conseguir desde la Psicología.
Todo ese aprendizaje, fruto de lo vivido y observado, me ha permitido conocer mejor las distintas problemáticas que el mundo actual genera en las personas a nivel biopsicosocial, y sobre todo en las crisis vitales que surgen de las distintas realidades que vivimos, independiente de dónde y cómo seamos.
Así, he podido entender cómo nuestro entorno, nuestra familia, nuestras amistades, nuestro trabajo, nuestra cultura e incluso la ciudad en que vivimos, influyen en nuestro bienestar y, sobre todo, en la percepción de quiénes somos. Por ello, mi objetivo principal como psicólogo es conectar a la persona con sus emociones de forma armónica. En otras palabras, conectarle con el bienestar.
“El saber psicológico debe ponerse al servicio de una sociedad donde el bienestar de los menos no se asiente sobre el malestar de los más, donde la realización de los unos no requiera la negación de los otros, donde el interés de los pocos no exija la deshumanización”.
– Ignacio Martín Baró –